martes, mayo 15, 2007

Una campaña sin insultos

Ha empezado bien la campaña electoral. Nadie dudaba de que iba -y va a estar- plagada de anécdotas desafortunadas, insultos y frases memorables; pero la verdad es que, sólo cuatro días después de su inicio, el PSOE ya se ha encargado de superar cualquier expectativa.
Zapatero habló de una campaña “sin insultos” por su parte. Una campaña en la que, según él, su partido iba a responder a cada insulto y provocación con “ideas, sonrisas y propuestas”. Hay que reconocer que plantear la campaña electoral de esta forma suena bonito e incluso admirable, pero no por eso deja de ser un planteamiento fantasioso y utópico, sobre todo si se tiene en cuenta que esos que pretenden ser los abanderados de los buenos modos siempre han destacado por todo lo contrario.
Que el ministro de justicia afirme que el PP necesita un buen laxante “porque padece de estreñimiento mental parcial” parece un insulto en toda regla. Dirigirse a “Angelito Acebes” y a Rajoy, sin ningún tipo de respeto, diciendo “os vais a ir a casa, que es lo que teníais que haber hecho antes si hubieseis tenido vergüenza”, se antoja una provocación con todas las de la ley. Bonita forma de abordar una campaña sin insultos…
Lo cierto es que a nadie deberían sorprender estas declaraciones. Teniendo en cuenta su autor, Fernández Bermejo, una persona orgullosa de “ser de izquierdas y de actuar como tal” y que ya ha demostrado en más de una ocasión que la diplomacia no es precisamente su fuerte, quizá incluso deberíamos haber esperado barbaridades mayores…
Pero el problema no acaba ahí y, por desgracia, hay más frentes abiertos. Frentes mucho más graves y que provocan más daños que cualquier declaración de este señor, que ya sabemos todos que no sólo no está “sobradamente preparado”, sino que ni siquiera lo está un poquito. Llevamos sólo cuatro días de campaña y el Partido Popular ya ha sido víctima de ocho ataques. En Madrid, por ejemplo, una vocal del PSOE llamó asesinos a Ana Botella y a Ruiz Gallardón y en el País Vasco, como viene siendo habitual, dos concejalas fueron insultadas y agredidas cuando se dedicaban a pegar carteles electorales.
El PSOE, mientras tanto, y fiel a su estilo, sigue afirmando que es el PP el que crea crispación y, lo peor de todo, es que esa versión es la que va a creer la mayoría de la población. Cuando uno tiene el soporte del mayor grupo de comunicación del país es fácil hacer y decir cualquier cosa porque, al fin y al cabo, ya se encargarán otros de arreglarlo y manipularlo para que la balanza siga a su favor. Sencillamente patético.
Parece bastante improbable que así puedan tenerse unas elecciones justas. Cuando uno de los dos grandes partidos no hace propuestas, sino que se limita a jalear a las masas, a enfurecerlas, a sembrar el odio y el descontento y encima logra convencerlas de que hace todo lo contrario, tenemos un problema. Y se trata de un grave problema que seguirá presente mientras no tengan el suficiente valor de tratar de ganar unas elecciones de forma limpia, honrada y, por qué no, “sin insultos”.

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