jueves, octubre 25, 2007

El Apocalipsis del cambio climático

Llevo un par de días pensando y, por más vueltas que le doy, no acabo de ver dónde está el problema en las famosas declaraciones de Rajoy acerca del cambio climático. No me parece del todo irrazonable decir que el cambio climático no es el principal problema de nuestra sociedad y que debemos centrarnos en otras cosas, que es, al fin y al cabo, la opinión que expresó el futuro candidato a la Presidencia del Gobierno. Pero ¡ah! Hay que andarse con tiento: las aves carroñeras, hambrientas de cadáveres políticos, no tardan en aparecer por los programas de Cuatro, Tele5 y La Sexta intentando saciar su apetito. Durante días han copado sus espacios informativos y de tertulia hablando del asunto pero eso sí, dejando al margen toda ética y dignidad profesional y dotando al comentario de unas magnitudes y connotaciones negativas que nada tienen que ver con la realidad.
Llama la atención que no dedicasen tantos espacios a otras situaciones más llamativas, como cuando ZP dijo con el micrófono abierto que no tenía ni idea de la diferencia entre los impuestos regresivos y progresivos, cuando el ministro de industria se olvidó de los nombres de las compañías de telefonía móvil de nuestro país o cuando el presidente se impuso como tarea para las vacaciones "leer un libro".
Es inteligente, hay que reconocerlo, la postura de nuestro actual desgobierno de la nación. Nada más fácil para conseguir votos que magnificar un problema -porque el cambio climático es un problema real, nadie lo niega-, convertirlo en un asunto esencial a solucionar y luego, una vez concienciada la población de que se acerca poco menos que el Apocalipsis, prometer solucionarlo y presentarse como el único realmente decidido y preparado para resolverlo.
Sin embargo, no es el PSOE precisamente el partido preparado para hacer frente a las consecuencias del cambio climático o, al menos, el que lo está mejor. Nadie ha comentado, ni siquiera de pasada o "por lo bajini" que el PP cuenta con un comité de expertos y científicos que se dedica a estudiar, analizar y buscar ámbitos de acción en todo lo referente al cambio climático.
Es mucho más fácil decir que a Rajoy le importa un pimiento el asunto, que ignora a las generaciones futuras y que, por tanto, no puede ser un buen presidente del gobierno.
Yo prefiero ver el comentario de Rajoy como un gesto de humildad. Ha reconocido que no tiene mucha idea del asunto pero que cree que hay problemas a corto y medio plazo por los que hay que preocuparse un poco más (algo del todo cierto). Y precisamente por eso, porque no es un experto en la materia, su partido cuenta con gente cualificada para dedicarse a ello.
Insisto, sigo sin ver dónde está el problema. Pero da igual, toda esa pandilla de manipuladores sin escrúpulos ni conciencia seguirán introduciendo estopa en las mentes de los ciudadanos de a pie. El gobierno seguirá creando cortinas de humo que desvíen el interés de las cuestiones verdaderamente importantes y presentándose como el héroe libertador de enemigos que no existen (o que al menos no son tan grandes) y después, muy a mi pesar, volveremos a tener cuatro años de gobierno socialista. Otros cuatro años de sinsentidos; de gobernantes cuyas neuronas parecen estar de vacaciones permanentes; de pactos, acuerdos y cesiones vergonzosas; de concesiones absurdas a lobbys como el de los gays y transexuales; de nepotismo descarado y de ministros que ni siquiera saben a qué ministerio pertenecen. Por lo menos siempre quedará la esperanza de saber que peor no lo pueden hacer porque, me parece a mí, que mucho tendrían que esforzarse si vuelven a ganar las elecciones para CAGARLA más de lo que ya lo han hecho.

martes, junio 26, 2007

Y ahora ¿dónde están?

En esta ocasión han sido 6 los soldados del ejército español que han muerto en un atentado en el Líbano. 6 jóvenes de entre 18 y 21 años que, al parecer, no son suficientes para los amantes de las caceroladas. Me refiero a todos aquellos que en su día decidieron alzarse en representación de la indignación y la justicia moral abanderando todo ese sucio movimiento del “No a la guerra”.
¿Dónde están ahora? ¿Dónde han decidido esconderse todos aquellos que se manifestaron ante las sedes del PP al grito de “¡asesinos!” y “¡asesinos de niños!”? ¿Dónde han escondido la cabeza los que pasaban las madrugadas aporreando ollas y cazuelas por la calle?
Cuando en la guerra de Irak el Partido Popular se limitó exclusivamente a apoyar a los aliados (como 23 de los 25 países de Unión Europea) las reacciones, absolutamente desproporcionadas y, por supuesto, manipuladas y jaleadas por el PSOE, PRISA y toda una serie de líderes mediáticos de baja catadura moral; no se hicieron esperar.
Desde los famosos mensajes en cadena a los móviles convocando manifestaciones y quedadas bajo la consigna de “pásalo”, a las ya mencionadas caceroladas; pasando, como no, por las apariciones de todos esos tipejos que nutren nuestro estrato cultural (el clan Bardem y cía.). La verdad es que, hablando en plata, se lió la gorda.
Sin embargo, ahora, no pasa nada. Es comprensible, la mayoría de ellos deben estar disfrutando de sus buenas vacaciones o quizá, como ahora ya no interesa un cambio de gobierno, no tienen tantas razones como para desinformar a la gente y hacer todo lo posible –al margen, eso sí, de cualquier tipo de consideración ética- para cambiar la intención de voto de la población.
Quizá sea que andar enfureciendo a las masas y diciendo una mentira detrás de otra al final ya no les resulte tan divertido. Puede que eso de andar manifestándose por las calles les resulte ahora demasiado cansado. O también es posible, por qué no, que mantener esa posición tan progre y antisistema les resulte ahora, con los calores del verano, mientras cambian de un yate a otro, demasiado amodorrante.
El hecho final es que ninguno de ellos ha asomado el hocico. Y ahora, esta vez sí, había razones para hacerlo. En esta ocasión sí que tenemos a nuestros soldados desperdigados por diversos conflictos bélicos y muriendo en atentados porque en sus vehículos blindados ni siquiera cuentan con desinhibidores de frecuencias. Pero aquí no pasa nada. Borrón y cuenta nueva. Y el ministro del Interior todavía tiene las narices de afirmar que, desde mayo, se habían extremado las medidas de precaución…
Y para colmo, porque no acabará ahí la cosa, lo más probable es que las familias de los soldados, esta vez sí, ASESINADOS, no reciban ningún tipo de subsidio ni pensión porque esos 6 chicos “no estaban en una guerra”. Al menos siempre les quedará el consuelo de que, encima de su féretro, pusieron una cruz al mérito militar con distintivo amarillo.
Muy reconfortante.

martes, mayo 22, 2007

Un nuevo partido, una nueva esperanza


En un país en el que el juego político se reduce a la batalla y el pique entre dos grandes partidos que dividen a la mayoría de la opinión pública, era y es más que necesaria la aparición de un tercero que ejerza de partido bisagra. El panorama político español hace tiempo que se encuentra paralizado, sin nuevas ideas ni motivaciones más allá del interés de los gobernantes de hacerse con el control de las instituciones. Muchos españoles están descontentos con sus líderes, de hecho, la gran mayoría; pero se encuentran sin alternativas. La única opción que tienen es la de votar entre el PSOE y el PP y se rigen por la norma de elegir al menos malo, no al que realmente representa sus ideales y aspiraciones. Por esta razón el verdadero poder, en muchas ocasiones, lo ostentan los partidos nacionalistas que, representando en realidad los intereses de una ínfima parte de la población, se pueden permitir el lujo de plantar sobre la mesa sus extravagantes exigencias sabiendo que los grandes partidos pactarán con ellos para alcanzar la mayoría parlamentaria.
Sin embargo, la aparición de un nuevo partido político, impulsado por el filósofo Fernando Savater y la eurodiputada socialista Rosa Díez, puede dar un vuelco a esta lamentable situación. Su propuesta se centra esencialmente en dos puntos: promover una alternativa al desastroso sistema actual de dos partidos “antagónicos” y lograr terminar con la obligación de pactar con los partidos nacionalistas y, por otro lado, luchar por una reforma de la Constitución que redefina el actual modelo territorial con el fin de construir un Estado “sólido, igualitario y compuesto de comunidades autónomas con idénticas competencias entre sí”.
Si tenemos la suerte de que esta nueva propuesta política salga de verdad adelante y se construya sobre unos principios realmente sólidos y que apuesten por el verdadero cambio quizá, por fin, logremos acabar con la presente situación: un panorama político que no sólo no representa los deseos de los ciudadanos sino que además, por su propia configuración, genera el odio y el enfrentamiento entre ellos.

martes, mayo 15, 2007

Una campaña sin insultos

Ha empezado bien la campaña electoral. Nadie dudaba de que iba -y va a estar- plagada de anécdotas desafortunadas, insultos y frases memorables; pero la verdad es que, sólo cuatro días después de su inicio, el PSOE ya se ha encargado de superar cualquier expectativa.
Zapatero habló de una campaña “sin insultos” por su parte. Una campaña en la que, según él, su partido iba a responder a cada insulto y provocación con “ideas, sonrisas y propuestas”. Hay que reconocer que plantear la campaña electoral de esta forma suena bonito e incluso admirable, pero no por eso deja de ser un planteamiento fantasioso y utópico, sobre todo si se tiene en cuenta que esos que pretenden ser los abanderados de los buenos modos siempre han destacado por todo lo contrario.
Que el ministro de justicia afirme que el PP necesita un buen laxante “porque padece de estreñimiento mental parcial” parece un insulto en toda regla. Dirigirse a “Angelito Acebes” y a Rajoy, sin ningún tipo de respeto, diciendo “os vais a ir a casa, que es lo que teníais que haber hecho antes si hubieseis tenido vergüenza”, se antoja una provocación con todas las de la ley. Bonita forma de abordar una campaña sin insultos…
Lo cierto es que a nadie deberían sorprender estas declaraciones. Teniendo en cuenta su autor, Fernández Bermejo, una persona orgullosa de “ser de izquierdas y de actuar como tal” y que ya ha demostrado en más de una ocasión que la diplomacia no es precisamente su fuerte, quizá incluso deberíamos haber esperado barbaridades mayores…
Pero el problema no acaba ahí y, por desgracia, hay más frentes abiertos. Frentes mucho más graves y que provocan más daños que cualquier declaración de este señor, que ya sabemos todos que no sólo no está “sobradamente preparado”, sino que ni siquiera lo está un poquito. Llevamos sólo cuatro días de campaña y el Partido Popular ya ha sido víctima de ocho ataques. En Madrid, por ejemplo, una vocal del PSOE llamó asesinos a Ana Botella y a Ruiz Gallardón y en el País Vasco, como viene siendo habitual, dos concejalas fueron insultadas y agredidas cuando se dedicaban a pegar carteles electorales.
El PSOE, mientras tanto, y fiel a su estilo, sigue afirmando que es el PP el que crea crispación y, lo peor de todo, es que esa versión es la que va a creer la mayoría de la población. Cuando uno tiene el soporte del mayor grupo de comunicación del país es fácil hacer y decir cualquier cosa porque, al fin y al cabo, ya se encargarán otros de arreglarlo y manipularlo para que la balanza siga a su favor. Sencillamente patético.
Parece bastante improbable que así puedan tenerse unas elecciones justas. Cuando uno de los dos grandes partidos no hace propuestas, sino que se limita a jalear a las masas, a enfurecerlas, a sembrar el odio y el descontento y encima logra convencerlas de que hace todo lo contrario, tenemos un problema. Y se trata de un grave problema que seguirá presente mientras no tengan el suficiente valor de tratar de ganar unas elecciones de forma limpia, honrada y, por qué no, “sin insultos”.

martes, mayo 08, 2007

Francia, Sarcozy y el "buen ojo" de ZP

Al parecer Zapatero se ha equivocado, una vez más, al aventurarse a realizar pronósticos electorales. Todos sabemos que por no acertar, ni siquiera acertó el suyo; cuando ganó esas controvertidas elecciones que le llevaron al poder y que ni él esperaba que fueran a resolverse de esa forma.
Recordemos el desastre diplomático con Estados Unidos cuando, de forma impulsiva y precipitada, consideró vencedor a Kerry. Una vez más, nuestro presidente había apostado por el perdedor. Y no debe tener mucho ojo ZP para estos asuntos, porque, después de hacer lo mismo con el caso de Angela Merkel en Alemania, de nuevo, ha errado en su jugada.
Como es obvio, esto no es algo que alguien vaya a reconocer. Lo más probable es que, desde el Gobierno, nadie aluda al hecho de que estaban convencidos de que en Francia iba a arrasar la izquierda. Nadie mencionará que Zapatero consideraba -y que nadie piense, pese a sus palabras, que ha dejado de hacerlo- que Sarkozy es la misma encarnación del mal, la esencia del fascismo y un capitalista enemigo acérrimo de los obreros.
Lo que sí harán, y ya ha empezado a hacerlo nuestro presidente, es correr un tupido velo sobre cualquier declaración anterior y reconocer a Sarkozy como un representante de la “derecha abierta y moderna”. Cualquier cosa menos mantenerse firme, serio y seguro en sus afirmaciones. Difamar y luego disimular, ocultar y manipular parecen los pilares sobre los que nuestro gobierno edifica sus acciones.
Es muy evidente la técnica se está siguiendo desde Moncloa: sembrar el pánico, el odio y el rencor ante cualquier representante de la derecha, el conservadurismo y el cambio, el verdadero y necesario cambio, en general.
En efecto, Nicolás Sarcozy se ha presentado como un candidato conservador, duro, firme y dispuesto a cambiar ciertas cosas en Francia. Una actitud que, en vez de criticar y presentar como malvada y perversa, Zapatero debería imitar. Cuando un país tiene problemas, problemas graves, como es el caso de Francia, muchas veces hace falta alguien con mano dura que ponga orden y redirija el rumbo de la nación hacia una senda mejor. Sarcozy representaba ese espíritu en las elecciones presidenciales francesas y, aunque no se sabe todavía cuáles de sus objetivos logrará que se cumplan, todo lo que se puede hacer es apoyarle en su nueva empresa.
Sin embargo, no es eso lo que hace la izquierda. Mientras en el país vecino, el nuestro, el Presidente del Gobierno engaña, enturbia y trata de poner zancadillas a la llegada de esa nueva y vigorosa generación a la Presidencia gala; en Francia deciden salir a la calle y quemar coches.
¿No habría que preguntarse quién representa realmente un peligro? ¿Quién se ha quedado de verdad estancado en un pasado en el que comunistas y capitalistas se mataban unos a otros? Renovarse o morir, no queda otra. Y resulta triste, pero día a día, la sensación de que en España se ha optado por la segunda posibilidad va en aumento.

viernes, abril 27, 2007

España… ¿nación “libre”?

A veces uno se pregunta en qué clase de país vivimos. Nos regocijamos a diario de lo grande que es España, de lo especial que es nuestra nación y de nuestra lucha por la libertad. Somos muy dados a gritar a los cuatro vientos nuestra condición estado líder, avanzado y fuerte. Sabemos que España no es una república bananera, ni un país subdesarrollado con un gobierno dictatorial que impida su evolución política y económica y, sólo por eso; haciendo alarde de una clara y triste postura acomodaticia, muchos se dan por satisfechos.
Sin embargo no es oro todo lo que reluce y muy a mi pesar, hay que reconocer que no somos tan libres, ni tan fuertes ni tan avanzados como creemos.
No se puede ser libre cuando no existe un juego político y democrático sin trabas. No se puede alardear de libertad cuando no existe la posibilidad de que todos los ciudadanos expresen y luchen por sus ideales. Y es que, lamentablemente, no se puede ser un país líder y fuerte cuando el proceso electoral y la vida diaria de muchos políticos se mueven entre el miedo, las amenazas y el terror.
Resulta lamentable que todavía exista una banda de sujetos que, haciéndose valer de la extorsión y la siembra del pánico, controlen el poder y traten de dominar el proceso de conformación política y territorial de nuestra nación.
Afortunadamente, no está todo perdido ni muchísimo menos. Debemos dar gracias por el valor que demuestran algunas personas que, sabiéndose en claro peligro, no dudan en sentarse todas las semanas en los ayuntamientos del País Vasco al lado de los que cualquier día les pueden pegar un tiro.
Seguimos descubriendo listas con matrimonios de concejales ORDENADOS en función de sobre cuál de ellos se pretende atentar primero. Aparecen vídeos que ETA tenía de toda una serie de policías con no se sabe bien qué misterioso objetivo; se siguen poniendo bombas… ¿Qué clase de tregua es esta? ¿En serio hay alguien que pueda creer en el futuro de una negociación con los terroristas? Y, pese a todo, esas personas valerosas siguen ahí, al pie del cañón.
Son esos concejales, políticos y ciudadanos amenazados, los que día a día alzan la voz reclamando la libertad que en realidad no tenemos y que, demostrando un valor y una integridad difícilmente igualable; se enfrentan de verdad a los asesinos y plantan cara al miedo.
Son ellos los que realmente se merecen el aplauso y el reconocimiento por luchar por España y los que deben recibir el apoyo incondicional no sólo del Gobierno, que últimamente deja bastante que desear en el desempeño de esta labor, sino también del resto de ciudadanos.
Si todos diéramos una muestra de al menos la mitad del valor del que hacen gala toda esta serie de admirables personas, firmes en la defensa de sus valores y convicciones, quizá el problema del terrorismo se habría acabado hace tiempo. Quizá habríamos podido acabar con esa manzana podrida que es la ETA en nuestro cesto. Quizá, con un poco de suerte, España ya podría gritar a los cuatro vientos, y con razón, que es una nación grande, poderosa y LIBRE.

martes, abril 03, 2007

Las sorpresas del Peregrino

El peregrino se levanta temprano para iniciar su segunda etapa del Camino de Santiago. La habitación del albergue desprende un penetrante olor al alcohol de romero que todos han utilizado para curarse las ampollas y heridas, resultado de los kilómetros recorridos el día anterior. Lentamente se calza las botas, prepara su mochila y, cuando el sol hace poco que brilla vergonzosamente entre las montañas, abandona la episcopal villa de Astorga, donde confluyen las Rutas Jacobeas Francesa y de la Plata, para dirigirse a Villafranca del Bierzo.
Durante esta segunda jornada, probablemente una de las más hermosas e interesantes de todas y que inicia animado y plenamente dispuesto a enfrentarse a cualquier sorpresa que le depare el recorrido; el caminante atravesará encantadores pueblos y villas abandonados. Son lugares que conservan intactos, pese a su aparente olvido, su sabor medieval y un peculiar colorido formado por todas las tonalidades de la piedra, madera y la pizarra con las que fueron levantados sus ayuntamientos, casas, herrerías e iglesias.
Es después del primer pueblo, Foncebadón, cuando el peregrino inicia realmente su camino. Una vez que, tal y como manda la tradición, deposita bajo la Cruz de Ferro la piedra con la que carga desde su lugar de origen, da comienzo el ascenso y descenso por las montañas que, nevadas aún en pleno mes de abril, ofrecen un paisaje frondoso y espeso que en numerosas ocasiones dificulta el avance de la etapa.
Durante horas el peregrino avanza solo, sin más compañía que su propio pensamiento y el ruido desconocido que emerge entre los árboles y matorrales. Las vistas son increíbles y la naturaleza, cubierta de nieve, le regala una sensación de pureza y armonía que le hace olvidar lo corrompido y crispado que está el mundo que hace apenas tres días ha dejado atrás.
Nuestro amigo aprovecha las horas para meditar y mientras atraviesa tranquilos pueblos como El Acebo, por un momento llega a creer que, quizá si más personas hicieran el Camino, serían menos los problemas que nos rodean hoy en día.
La gente, esencialmente sencilla y modesta, comparte todo lo que tiene aunque sea poco. Todos los peregrinos están cansados, pero nadie niega una sonrisa ni un gesto de aliento o unas palabras de ánimo. Durante unos días todos han dejado aparcados en sus ciudades los odios y rencores, las tensiones y conflictos y algunos quizá logren hacerlo definitivamente.
Anotando en su mente cada uno de estos detalles y después de atravesar Molinaseca y caminar por la calzada romana de Columbrianos, el peregrino se acerca por fin a Villafranca del Bierzo. Es allí donde finalmente, después de una dura jornada, podrá descansar hasta que el sol salga de nuevo y marque el inicio de una nueva y sorprendente etapa.

miércoles, marzo 21, 2007

El retorno del "No a la Guerra"

Pareció en su momento que el Gobierno de ZP, nuestro particulr antihéroe español, sería capaz de cumplir al menos una de sus promesas electorales. Sí, una de todas esas que tan pronto hicieron como olvidaron al resultar sorprendente vencedores en las pasadas elecciones. Me refiero a todo ese turbio asunto del movimiento “No a la Guerra”, al que se apuntó toda la recua de “grandísimos” actores y artistas españoles con aires de pseudocomunistas -que debe ser la pose que vende- y que yo me preguntaba hasta hoy dónde se habían escondido.
Ahora han decidido reaparecer en una nueva manifestación en la que, entre otras cosas, pedían la ilegalización del Partido Popular. Parece ser que el gobierno y esos grupos de inexistente capacidad intelectual de los que suele rodearse, han decidido resucitar todo el asunto de la guerra de Irak. La verdad es que necesitan hacer ruido, mucho ruido. El suficiente como para desplazar de la opinión pública todo el asunto de De Juana, la situación de Navarra, las negociaciones con ETA etc. Esperemos que no lo consigan.
Al señor Presidente se le secó la boca de tanto anunciar la retirada de las tropas de Irak, pero eso sí, luego decidió mandarlas a Afganistán. Hasta aquí todo bien, ya sabemos que las promesas de los políticos siempre tienen una o varias caras ocultas. Pero ¿qué ocurre si nos dicen que esos soldados españoles tienen la misión de “repartir agua y bocadillos” y sucede que, en realidad, sufren atentado tras atentado en el transcurso de misiones que nada tienen que ver con el reparto de alimentos? Y, ¿cómo es posible que ocurriendo en Afganistán lo que está ocurriendo aún tengan la indecencia de hablar de Irak?
Después de estar durante días criticando a todos los ciudadanos que han decidido salir a la calle a expresarse libremente, a dar su opinión, a posicionarse en contra de todos los desmanes del actual gobierno; ahora ellos hacen lo mismo. Pero hay una gran diferencia entre las diferentes manifestaciones. Aquellas convocadas por el Partido Popular o la AVT han sido manifestaciones ordenadas, cívicas y sin elementos visuales que pudieran resultar insultantes u ofensivos para nadie. Sin embargo, esta última manifestación en contra de la guerra de Irak ha destacado, entre otras cosas, por el gran número de banderas comunistas y republicanas y las pancartas y gritos plagados de insultos e injurias contra el PP y sus votantes.
Y encima tienen la desfachatez de repetir incansablemente que el PP genera crispación y que vive de la mentira y la falsedad.
No queda otra que pensar que a los españolitos nuestros actuales gobernantes nos han visto cara de tontos. Y no deben andar muy desencaminados a tenor de los resultados del 14M. Es algo que se confirmará o no en las próximas elecciones, en las que espero que el pueblo español demuestre que es posible que el hombre sea el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra, pero que tropezarse una vez con Zapatero es mucho más que suficiente.

La Junta de Extremadura: Enemiga de los cristianos

Para millones de personas hay cosas que son sagradas. Elementos sobre los que edifican no sólo su moral, sino también su cultura, su forma de vida y de ver el mundo. Son cuestiones santas que se fundamentan en la fe, en la creencia ciega de un Ser superior y bondadoso gracias al cual -y por el cual- existimos.
Algunos consideran que no es más que una especie de guión no escrito, que equilibra alegría y pesares, forjado por un ente superior para convencernos de que nuestra existencia no consiste en una sucesión de aleatorios infortunios. Para otros, se trata más bien de una cuestión mística, de algo indiscutible en lo que creen sin dudas y sobre lo que fundamentan sus esperanzas.
En el caso en concreto de nuestro país habría que destacar que, según el CIS, el 76,1% de los españoles profesa la fe católica y; según el Vaticano, el 94,1%. Evidentemente, la diferencia entre ambos datos es bastante notable, pero cualquiera de las dos cifras confirma que la mayoría de los españoles son creyentes.
Sin embargo, parece ser que esta situación no es importante ni para la Junta de Extremadura, ni para Francisco Muñoz -su consejero de Cultura- que, cometiendo una clara falta de respeto contra todos los cristianos, han decidido subvencionar y prologar un libro de fotografía de J.A.M. Montoya. En ese libro, que ellos han calificado de obra “de singular contenido”, aparecen fotografías de Cristo, la Virgen María y algunos santos y elementos sagrados, en actitudes humillantes y situaciones degradantes.
Las imágenes les muestran totalmente desnudos y en posiciones irreverentes y ofensivas de carácter sexual e insultante. El problema no es sólo que aparezcan santos en actitud pornográfica o vejatoria, sino que también las hay de otro cariz y aparecen, por ejemplo, la Virgen acunando a un cerdo o heces sobre un cáliz.
Estamos hablando de toda una sucesión de imágenes que se mofa descaradamente de los símbolos y la esencia de todo aquello que millones de personas tanto en España en el resto del mundo considera venerable, intocable y uno de los aspectos más importantes de sus vidas.
El asunto no daría más de sí si sólo se tratase de la publicación de unas fotos escandalosas que un autor desconsiderado e irrespetuoso que rezuma mal gusto por los cuatro costados ha decidido “compartir” con los demás. Es algo que ya ha ocurrido otras veces. Pero en este caso particular, sin embargo, va más allá, porque lo ha hecho con el apoyo del gobierno.
Resulta inaudito y tristemente sorprendente que, mano a mano, la Junta de una comunidad y su consejero de Cultura, fomenten, ayuden y colaboren en la publicación de algo así. Es un insulto a los ciudadanos y a los votantes y nos lleva a plantearnos una cuestión importante: ¿qué clase de persona decidiría que la publicación de unas “singulares” fotografías pornográficas de Jesucristo y la Virgen María podrían aportar algo al mundo de la cultura y el arte?