De vuelta...

Sí, es cierto, he estado mucho tiempo sin escribir. Aunque he de reconocer que esa afirmación no es del todo cierta o que, al menos, está incompleta. Porque no es que haya estado mucho tiempo sin coger el boli o aporrear el teclado que, al margen de hacerlo bien o mal, es algo que necesito hacer todos los días; sino que he estado demasiado sin hacerlo/publicarlo/colgarlo/postearlo (llámenlo x, creo que el lenguaje del mundo cibernético ya empieza a superarme...) aquí.
Digamos que he estado ocupado en otros menesteres, y teniendo en cuenta que tampoco es que mi fans sean legión, lo de actualizar el blog con una mayor regularidad no me ha parecido tan importante como otras cuestiones. No quiero aburrir a nadie explicando lo que he estado haciendo o dejado de hacer, pero puedo asegurarle a sea quién sea el “re-dirigido” que de casualidad se haya topado con este espacio que firmo, que últimamente el estrés se ha convertido en un fiel compañero.
En cualquier caso también quiero dejar constancia de algo que también ha tenido bastante que ver: en los últimos tiempos casi he prefiriendo mantenerme en la más absoluta ignorancia en lo que respecta a casi todo lo que nos rodea. Llega un momento en el que vivir en un constante estado de indignación no es sano y, como me decía alguien que aprecio mucho “procura no enfadarte, no estresarte y, en la medida de lo posible no pensar demasiado. Si lo haces, en el mejor de los casos te saldrán arrugas, en el peor, vendrán los cánceres”. No soy tan tremendista como para considerar esa afirmación un dogma de fe ni nada por el estilo, pero sí que es cierto que a veces desconectar un poco no sienta del todo mal.
Si hacen simplemente un breve repaso de lo que en los últimos tiempos ha copado las páginas de los periódicos, estoy convencido de que coincidirán conmigo cuando digo que no está la cosa precisamente como para dar palmas con las orejas...
Pero bueno, dramones y tragedias al margen, estoy de vuelta. Probablemente tenga mucho que ver el hecho de que mis prácticas consisten esencialmente en estar sentado y ver pasar el tiempo y, por lo tanto, me he decidido a compartir mi hastío con ustedes. En cualquier caso, aprovecho para desearles a todos un FELIZ VERANO!